Wednesday, December 21, 2005

Cálida lluvia


Siempre me ha gustado pisar los charcos cuando llueve
me recuerda a mi infancia, a la inocencia de aquellos días.
Ahora mis calcetines estan empapados
y mis deportivas hacen un ruido extraño cuando piso el asfalto
pero, extrañamente eso hace que me sienta mejor.
Un mechón de pelo cae delante de mis ojos pero no lo aparto,
realmente no serviria de nada, se que se volverá a caer,
como la mayoria de las cosas.
Mi camisa y mis vaqueros se pegan a mi como si fueran una segunda piel,
transmitiéndome la humedad y el frescor del agua,
pero aún así, no tengo frio, no lo siento.
Gotas de lluvia resbalan por mis mejillas y se mezclan con mis propias lágrimas,
noto como resbalan por mi cuello y juegan a esconderse insinuantes en mi pecho,
a pesar de ello, mi cuerpo está cálido bajo las ropas mojadas,
se que debería tener frio pero por alguna razón, no lo tengo
asi que dejo que mis pies anden sin destino alguno,
les permito que pisen la tierra humeda,
que chapoteen en los charcos y riachuelos mojándose aún más
mi caminar es decidido,
es el de una persona que no sabe adonde va y que no le importa.
Pero por instinto tal vez, he llegado a mi destino,
pero no quiero entrar, todavia no,
quiero saborear este momento, quiero recordarlo durante el resto de mi vida
asi que me siento en un banco y cierro los ojos.
Dejo que mi mente fluya, que navegue por mis pensamientos,
y no se porque, pero me es más facil llorar bajo la lluvia,
quizá sea porque esta tormenta y yo formamos un mundo aparte en este instante
solo existe el agua torrencial de la que la gente huye,
excepto yo, que solo quiero escapar de mis propios sentimientos,
tal vez, de alguna manera, piense que estas gotas de lluvia me limpian,
me dan una paz que nada ni nadie a conseguido darme,
y por eso, sonrio.
De mi pelo se deslizan ahora pequeños rios de agua,
mi ropa antes pegada, cuelga ya totalmente de mi,
estoy empapada...y nunca me sentí tan bien.

Tuesday, November 22, 2005

Más alla del deseo

Estoy pensando en contártelo.
No se cuando, no se por qué.
Ni siquiera sé que significa todo esto,
un cúmulo de sensaciones y pensamientos
que no acabo de aceptar, porque...
¿Sabes?, no es normal pensar tanto en una persona
y me asusta, porque creo que me estoy enamorando de ti.
Enamorada; la sola palabra me produce escalofrios;
sabia que te deseaba, lo supe desde el principio,
mirada penetrante y oscura,
labios tentadores teñidos de rojo,
movimientos de felino en busca de una presa.
Ansiaba sentir esas manos grandes y calidas sobre mi cuerpo,
notar como tu boca recorria cada centimetro de mi piel,
unirme hasta el extremo a ti y no saber donde empezaba uno y acababa el otro.
Deseo, eso era todo, no había más y era facil ignorarlo,
pero entonces te conocí y ahí terminaron mis facilidades.
Ahora me sorprendo a mi misma observandote
más alla del deseo, queriendo saber si tu sientes lo mismo,
saber si cada vez que entro en la habitación sientes como si te hubieses saltado dos escalones,
si cada vez que te miro tu estomago encoje y te quedas sin habla,
si cuando mis labios tocan tu mejilla, un escalofrio te recorre la espalda
¿Lo sientes?

Tuesday, October 18, 2005

El claro del bosque


No llueve, ni siquiera es un día oscuro, las ramas de los árboles no se balancean en un siniestro baile de muerte y creo...no, sé que eso consigue que me sienta peor. Estoy junto a mis amigos cuando aparecen unos hombres llevando el ataud, tu ataud, y noto como uno de ellos me coge de la mano con insistencia cuando el cura al que habra pagado tu familia empieza a hablar de lo perfecto que eras, lo cual no es cierto, nunca fuiste perfecto, pero, ¿sabes?, eras tu, ese que me ponia histérica con su testarudez y su genio y el mismo capaz de hacerme el amor con tanta ternura y devoción que conseguia que con solo una mirada saltasen todos mis esquemas.
¿Te acuerdas de como nos conocimos?, si, por supuesto que si, siempre me lo recordabas, maravillado de la increible coincidencia que hizo que nuestros caminos se cruzaran, y no deja de ser irónico que haya sido en ese mismo sitio, en una noche muy parecida a aquella hace tantos años, que te haya perdido para siempre.
Ya han tapado tu ataud con tierra y el cura esta acabando su típico speech acerca de lo perfecto que eras, je!, si te hubiese conocido....me pregunto cuantas veces a la semana hará esto por dinero, me pregunto si esa cantidad de billetes valdrá la pena por ver los rostros de las personas, abatidas por la tristeza, lo pienso por un momento y creo que no vale la pena, aunque lo cierto es que el cura no te conocia a pesar de estar ensalzándote como a un dios, pero yo sí, yo te conocia, me sabia practicamente todas tus estúpidas manias que llegue a disfrutar como una parte alocada y si, tierna y desconocida de ti, asi que mi conclusión es que quiza al cura no le importe hacer esto todas la semanas por dinero mientras no conozca a la persona que se haya muerto.
Muerto, pienso en la palabra, en el significado que encierra, y no me gusta, porque significa que no te voy a volver a ver saltando de tu moto sonriendo como un niño, ni que me voy a despertar por las mañanas y voy a saber que aún estás dormido por el suave cosquilleo de tu aliento en mi oreja y eso es triste, más que triste de hecho, porque he conocido la tristeza y no dolia tanto, no físicamente no como me está doliendo aqui y ahora mientras miro como tu madre deposita una rosa en la tierra encima del ataud, ¿Es qué no sabe que odias las rosas, que muchos días me enviabas a la oficina girasoles diciendo que te encantaban por ser tan alegres?, me entran ganas de levantarme y darle un patada a la maldita rosa, pero en vez de eso, me libero de la mano que me tenia cogida con delicadeza, me levanto y me doy la vuelta; no te doy la espalda, es solo que ahora no puedo, no con toda esa gente, no con esa estupida flor puesta encima tuyo.
Comienzo a andar más deprisa, consciente del par de personas que me siguen, ¿Es que no comprenden que quiero estar sola?, sola, sin ti, ese pensamiento hace que un escalofrio me recorra por el cuerpo y me deje la piel de gallina.
Empiezo a correr, primero lentamente luego con toda la energia que tengo dentro, aún sabiendo que llevo tacones y que acabare haciendome daño,¡y que más da!, ¿Más daño que el que ya siento?, no lo creo, nada se asemeja al daño que siento fluye dentro de mi; me paro, jadeando, mientras me doy cuenta, mirando alrededor de que me he metido en la profundidad del bosque, mi vestido está sucio y tiene un desgarrón en la costura de la derecha pero eso no importa, ahora ya no.
Creo que estoy empezando a asimilar que te has muerto y por eso el dolor se está intensificando y apenas puedo respirar; mi mirada se enturvia poco a poco hasta que ya no puedo más y dejo escapar un ahogado sollozo al tiempo que mi rostro se cubre de densas y calientes lágrimas.Alli, en el claro de un bosque al que no se como he llegado a parar, rodeada de hojas pardas y anaranjadas que anuncian la próxima estación, el otoño, tu preferida, acepto por primera vez que no vas a estar para verlo, para ver conmigo los cambios que se manifestaran en poco tiempo, y en ese tiempo yo aún no te habré olvidado y sé que jamás te olvidaré, se que con los años tu recuerdo me dolera cada vez menos, pero cada año, en otoño, volveré aqui, a este claro del bosque, porque es aqui donde derrame todas mis lágrimas por ti, donde comprendí que te había perdido para siempre.

Tuesday, October 11, 2005

Noche cerrada


Noche cerrada
Observo a traves de la ventanilla del buho la ciudad dormida; la luna proyecta un halo fantasmal en los edificios que van pasando ante mis cansados ojos.
No se si es el vino que corre por mis venas...tal vez sean las sombras que crea esta noche...quiza el ver a dos jovenes amantes besandose bajo la luz de las farolas...pero de repente y apenas sin darme tiempo a reaccionar, esa sensación, esa que ultimamente me amenaza cada vez más, aparece de nuevo entre mis sentidos, atenazante y agobiante, y al mismo tiempo agridulce sin saber porque; maldigo al vino, a la enigmática noche y sobretodo, sobretodo maldigo a los amantes, por despertar en mi esta sensación que ansiaba enterrar en lo más profundo de mi ser.
Apoyo la cabeza contra el cristal y cierro los ojos, intentando sacar de mi mente esos sentimientos, esos que estan consiguiendo enturviarme la mirada por segundos; vuelvo a maldecir a los amantes mientras me bajo del autobus y camino solitaria hacia el portal, miro la luna alli arriba altiva, como desafiandome a que diga algo y la maldigo también a ella, y se que esa sensación de vacio está evaporandose debido al cansancio y a mi terquedad por querer demostrarme a mi misma que no me importa, cuando en realidad se que eso no es cierto, pero por el momento me aguarda la cama, asi que puedo fingir un poco más, solo un poco más,que todo va bien, que jamás me ha dolido y jamás me dolerá.

Sunday, August 21, 2005

El alma fria

Desnuda; desnuda bajo la ducha.
El primer contacto con el agua hace que mi cuerpo se estremezca. Sensaciones de calor, humedad y placer se funden en mi piel. Meto la cabeza bajo la ducha y siento como el agua invade mi cabello desde las puntas hasta la raiz, en el cuello, donde hace estragos en mis sensaciones.
Cierro los ojos y bajo la vista, dejo que el cálido líquido golpee en mi nuca y resbale por mi cuerpo; entonces pienso en él, pienso en qué sentiría si el estuviese aqui, el agua resbaládole por su cuerpo terso; ahogo un suspiro que proviene de mi corazón, que proviene de mi sexo.
Una mano firme me acaricia la cintura, me doy la vuelta, es él...le miro a los ojos, los suyos clavados en los mios, su mano aún sigue en mi cintura y yo juraría que puedo sentir los latidos de su corazón a través de su dedos.
Le atraigo hacia mi con una seguridad que no siento y por primera vez las cálidas gotas tocan su piel, noto su estremecimiento, casi puedo sentir esa sensación de cálido placer que recorre su cuerpo y me doy cuenta de que necesito el contacto de su cuerpo con el mio; siento su mirada sobre mi y puedo ver sus labios entreabiertos llenos de deseo y se que el deseo también me está invadiendo.
Nuestras miradas clavadas en ambos, los labios expectantes, las manos deslizandose por el cuerpo del otro. Cierro los ojos y al momento siento su boca sobre mis labios, su lengua tocando la mia, primero con timidez luego con clara determinación, con pasión, con entrega y el agua mientras recorre nuestros cuerpos ahogando los suspiros de placer que nos provocamos...
Abro los ojos, me froto la nuca, caliente, demasiado caliente. Vuelvo a meter la cabeza bajo la ducha; el agua recorre mi cabello y mi cara, ahuyenta los fantasmas creados por mi necesidad de tenerle junto a mi, de sentirle.
Cierro la ducha, miro a mi alrededor, no está, estoy sola, y siento un frio interior que me inunda el alma, un frio que no tendría cabida en mi corazón si él estuviese aqui